La pérdida de control de la vejiga puede ocasionar en la mujer cierta inseguridad y malestar. Es lo que se conoce como incontinencia urinaria y puede variar desde pérdidas leves a la salida incontrolable de orina. La padecen 1 de cada 4 mujeres a partir de los 35 años y 1 de cada 2 mujeres mayores.
Esto ocurre porque los músculos pélvicos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan y pierden elasticidad, provocando pérdidas al reír, estornudar, correr o hacer esfuerzos, o están demasiado activos, generando una urgencia por el ir al baño aunque haya poca orina en la vejiga.
Las principales causas de la incontinencia urinaria son:
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La edad
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La menopausia. Durante la misma, la disminución de la producción de estrógenos puede generar una atrofia muscular en la zona pélvica.
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El embarazo y el parto vaginal, que puede provocar un descenso de los órganos pélvicos. Los cambios hormonales sufridos durante el embarazo, la presión que ejerce el útero sobre la vejiga y el esfuerzo realizado en el parto pueden provocar este debilitamiento muscular.
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La obesidad
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Infecciones de orina.
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Determinadas enfermedades que afectan a nuestro sistema nervioso.
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Deterioro funcional y congnitivo.
Existen tres tipos de incontinencia urinaria:
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De esfuerzo: Es la más fracuente y causa un escape de orina al realizar alguna actividad física, toser, reír, estornudar, levantar peso, etc.
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De urgencia: Provoca un deseo urgente de orinar, cuya consecuencia es el escape de orina.
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Mixta: Produce pérdidas de orina por esfuerzos físicos y también por urgencia.
¿Qué podemos hacer para controlarla y tratarla?
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Realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, como los Ejercicios de Kegel.
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Algunos medicamentos están indicados para tratar esta afección.
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Cirugía, en casos de prolapso o daños en el esfínter.
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En AGE, además, disponemos de una de las técnicas más avanzadas para tratar la incontinencia urinaria. Se trata del láser de C02. Combinando la potencia fototérmica con la delicadeza necesaria en una zona tan sensible como el interior de la vagina, el láser de CO2 es un solución efectiva, segura, cómoda, sin riesgos ni complicaciones que mejora la calidad de vida de las mujeres en las que los embarazos, los partos o la menopausia han dejado una huella y problemas como la atrofia vaginal, la incontinencia urinaria o el síndrome de relajación vaginal. El láser calienta el interior de la vagina de forma fraccional, alternando microzonas de impacto del láser con espacios de tejido intactos. Esto estimula la remodelación del colágeno existente y favorece la síntesis de nuevas fibras que fortalecerán la mucosa y submucosa vaginal.
Algunos consejos que puedes seguir para controlar las pérdidas y evitar que la incontinencia vaya a más son:
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Evita bebidas que contribuyan a la formación de orina, como las infusiones, el café o el alcohol.
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Lleva un diario donde apuntes las veces que vas al baño, las pérdidas y la cantidad de orina.
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No aguantes las ganas de ir al baño.
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No hagas sobreesfuerzo físico.
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Controla tu peso.
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Lleva una dieta saludable rica en fibra y evita los alimentos picantes que pueden irritar la vejiga.
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No fumes.
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Realiza ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.
