Los sofocos producidos por la menopausia son uno de los grandes males a los que tienen que hacer frente las mujeres que pasan por esta etapa de la vida. Una situación que se intensifica y empeora cuando llegan los meses de calor. La primavera y el verano son las estaciones más duras para las mujeres que están pasando por la fase de la menopausia. Por ello, queremos que este post sirva de guía para quien lo necesite sobre cómo aliviar los sofocos de la menopausia en primavera y verano.
Además de los ciclos menstruales irregulares, algunos de los síntomas que se pueden manifestar durante la menopausia son:
Sofocos.
Sudores nocturnos.
Irritabilidad.
Ansiedad.
Insomnio.
Sequedad vaginal.
Reducción de la líbido.
Más de un año de amenorrea (ausencia de menstruación).
Tendencia a ganar peso.
Acumulación de grasa corporal diferente a la habitual.
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) aconseja seguir sus recomendaciones para aliviar los sofocos de la menopausia en primavera y verano. Entre las recomendaciones de la AEEM para combatir los sofocos durante los meses de calor, destacan:
Vestir en capas, facilitando así la posibilidad de quitar prendas del cuerpo en el caso de ser víctima de un sofoco.
Mantener una temperatura ambiente baja. Hidratar el organismo bebiendo 1,5 litros de agua al día. No es recomendable beber bebidas ni muy frías ni muy calientes, para evitar así el aumento de la temperatura corporal; en el caso de la ingesta de bebidas frías debido al contraste térmico de la temperatura de la bebida con la temperatura del organismo.
Utilizar toallas, toallitas y trapos húmedos durante los sofocos, colocándolos en el cuello.
No fumar. Los efectos de la nicotina afectan al sistema nervioso central y a la secreción de hormonas, aumentando exponencialmente la intensidad de los sofocos durante la menopausia. Es por ello que lo más recomendable es que digas adiós a los cigarrillos.
Moderar el consumo de alcohol.
Las comidas abundantes son uno de los grandes enemigos de las mujeres que están pasando por la etapa de la menopausia. Cuanto mayor sea la ingesta de alimentos, mayor será el trabajo del organismo en la realización de la digestión, y esto a su vez supondrá un aumento de la temperatura corporal, que intensificará los sofocos habituales. Trata de realizar más comidas diarias, pero reduciendo la cantidad de alimentos ingeridos.
LLevar una dieta equilibrada y saludable.
Lo cierto es que, aunque en demasiadas ocasiones normalicemos e interioricemos los síntomas de la menopausia como inevitables, algunas de las consecuencias físicas y psicológicas producidas por la menopausia se pueden prevenir y combatir mediante el tratamiento adecuado. Consulta con tu médico en qué consisten estos tratamientos y cuál es el que mejor se adapta a tu cuerpo y situación.
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