Cuando estamos embarazadas, nuestro cuerpo se va preparando poco a poco hasta que llega el momento del parto. Es el caso del pecho, que comienzan a prepararse desde el primer momento del embarazo, para que podamos alimentar a nuestro bebé cuando este nazca.
Aunque estos cambios no se producen exactamente igual en todas las mujeres, conocerlos y prevenir o aliviar sus molestias nos ayudará a prepararnos para la lactancia.
Cambios en el pecho durante el embarazo
Los principales cambios que sufre el pecho durante el embarazo pueden consistir en el aumento del tamaño debido a la grasa acumulada y al aumento de las glándulas, picazón y aparición de estrías como consecuencia del crecimiento de los senos, cosquilleo y sensibilidad al tacto, venas más grandes, visibles, y azuladas, pezones y areolas más oscuros, y secreción de calostro (una secreción natural generalmente de consistencia espesa y amarilla).
Algunos #consejosAGE
Es importante comenzar a cuidar el pecho desde el principio del embarazo, no solo al llegar a la lactancia. Cuidar el pecho es beneficioso tanto para la futura mamá como para el recién nacido, y minimiza las posibles complicaciones o molestias que algunas madres tienen tras el parto.
Cuidar el pecho es sencillo, y no se necesita atención por parte de especialistas. Basta con los cuidados que nos podemos proporcionar nosotras mismas.
A continuación te dejamos algunos consejos y recomendaciones:
1. Hidrata tu pecho.
Es recomendable que te coloques crema hidratante tras bañarte o ducharte, con suaves masajes.
3. Utiliza un sujetador especial.
El diseño de los sujetadores para futuras mamás alivia las molestias musculares que muchas veces se presentan durante el embarazo y el puerperio. Pregunta en tu tienda especializada en ropa de premamá, donde te aconsejarán.
4. Evita los jabones y elementos ásperos.
Pueden provocar sequedad en los pezones y su contorno, pues contribuyen a crear grietas dolorosas.
5. Utilizar agua fría después de la ducha.
Un chorro de agua fría sobre cada pecho ayuda a tonificar la piel.
6. Exposición al sol.
Para fortalecer el pecho, sobre todo los pezones, se aconseja la exposición al sol y al aire, de vez en cuando pero por poco tiempo, sólo unos minutos y evitando las horas del mediodía donde la radiación solar es más intensa.
Al margen de estos consejos, es muy importante que el médico revise el pecho durante las visitas, para descartar cualquier tipo de problema.
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