En un año convulso, como lo está siendo 2020, en el que los programas públicos de screening de cáncer de mama se están viendo saturados debido al uso de recursos profesionales a favor de la Covid-19, se está objetivando una mayor detección del cáncer de mama en estadios clínicos más desfavorables. Agrupación Ginecológica Española (AGE), centro de referencia de la salud de la mujer, sigue ofreciendo a todas las pacientes la posibilidad de continuar con la detección precoz del cáncer de mama sin retrasos diagnósticos y con la misma celeridad, cercanía y profesionalidad con la que siempre lo ha hecho antes de la Covid-19.
Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Mama, una fecha marcada en el calendario para crear una mayor concienciación social y personal, tanto sobre diagnóstico temprano como sobre la necesidad de seguir investigando y avanzando en los tratamientos médicos y quirúrgicos, el presidente de AGE, Marcos Cantarero, ha insistido en que la clave para una menor mortalidad por cáncer de mama radica en la detección precoz del mismo.
Por este motivo, el doctor Cantarero, tal y como recomienda la asociación americana de contra el cáncer, ha subrayado la importancia de las pruebas diagnósticas mamarias con carácter anual en pacientes a partir de 40 años, o antes si existe patología de riesgo.
Además, desde AGE han remarcado que la autoexploración mamaria es fundamental: “las mujeres deberían realizarse una exploración en casa al menos una vez al mes, preferiblemente en la semana posterior a la menstruación; y si ya han entrado en la menopausia, recomendamos establecer un día fijo al mes para no olvidarse”.
Si en esta autoexploración la mujer notara alguna alteración, aparición de un nuevo nódulo o crecimiento de uno existente, o algún cambio significativo en la coloración o aspecto de la piel o los pezones (piel de naranja, retracción de pezón o retracciones cutáneas), es fundamental informar a su médico y acudir a una consulta con el especialista.
