En verano es muy común que entre los planes del día a día haya agua de por medio. Disfrutar de un buen chapuzón en las piscinas de nuestra ciudad, viajar para nadar en ríos, pantanos o embalses o escaparnos a la playa son algunas de las actividades que no pueden faltar en todo verano que se precie. Pero muchas veces, la euforia por exprimir al máximo estos momentos nos hace dejar a un lado todas aquellas acciones que garantizan nuestra salud y bienestar. En este post, vamos a hablar sobre las medidas preventivas que han de llevar a cabo las mujeres para el cuidado de su zona íntima durante los días de baño en verano.
Durante los meses de estío, el calor y la humedad aumentan en un 50 % las probabilidades de sufrir una infección vaginal. Un dato que nos advierte en primera instancia de la necesidad de extremar todas las precauciones para no formar parte de la alta estadística. Los cambios en la rutina diaria, como los producidos en la alimentación, los horarios del día a día o las rutinas de sueño son algunos de los factores que pueden influir en la aparición de infecciones vaginales. Por ello, saber cómo prevenirlas y enfrentarlas nos ayudará a evitarlas en la medida de lo posible.
Algunas de las medidas de prevención que están a tu alcance en los días de baño durante el verano son:
Evitar estar más tiempo del necesario con el traje de baño húmedo sobre el cuerpo. Siempre que sea posible, ponerse ropa seca.
Ducharse siempre al llegar a casa tras un día de playa, río o piscina.
Lavar la zona íntima una vez al día.
Utilizar ropa y tejidos de algodón, sobre todo aquellos que cubren la zona íntima.
Evitar el agua caliente sobre el cuerpo, y si no puede evitarse, tratar de que sea un breve periodo de tiempo.
Siempre que se pueda, dejar a un lado el consumo de antibióticos y otras sustancias que pueden potenciar el desarrollo de infecciones vaginales.
No dejar a un lado los hábitos de vida saludables (descanso, alimentación...)
En verano todos en mayor o menor medida bajamos la guardia y olvidamos durante unos meses muchos de los hábitos que conforman nuestra salud y bienestar físico y emocional. Unas cervecitas de más, unas raciones de las buenas, trasnochar porque se está muy bien por las noches cuando la temperatura del día disminuye... Sabemos que el verano es una de las mejores épocas del año, y que no es fácil seguir una rutina tan estricta como la que seguimos en otras estaciones, pero precisamente por eso, vamos a intentar disfrutar de los meses de sol, playa y naturaleza sin poner en riesgo nuestra salud íntima. Solo así lograremos vivir el verano sin percances de ningún tipo que limiten o arruinen nuestros planes de ensueño. Sigue las recomendaciones y sal a comerte el mundo.
