Los ovarios son los encargados de producir los óvulos y las hormonas femeninas estrógeno y progesterona. Como cualquier órgano, pueden desarrollar diversas enfermedades o patologías, como las que describimos a continuación:
Cáncer de Ovario: Se le conoce comúnmente como el asesino silencioso, ya que las mujeres que lo padecen no tienen síntomas hasta que la enfermedad está ya muy avanzada, lo que dificulta el diagnóstico precoz. Algunos de sus síntomas son: Sensación de peso en la pelvis dolor en la parte baja del abdomen, aumento o pérdida de peso, sangrado entre períodos menstruales, hemorragias vaginales, náuseas, vómitos, gases, pérdida de apetito, dolor de espalda. El especialista puede diagnosticarlo a través de un examen físico, examen pélvico, análisis de laboratorio, ecografías o una biopsia.
Quistes Ováricos: Los quistes en los avarios son unos pequeños sacos rellenos de líquido que no suelen ser peligrosos y que, en muchos casos, desaparecen por sí solos. Aún así, el ginecólogo realizará un diagnóstico y, dependiendo de sus características o si producen dolor, optará o no por eliminarlos con cirugía.
Síndrome de Ovarios Poliquísticos: Los primeros síntomas aparecen con la primera menstruación. Es un trastorno endocrino producido por un desequilibrio hormonal que dificulta a los ovarios la liberación de óvulos completamente desarrollados. Esto se debe a que los ovarios producen cantidades de andrógenos (conocida como la hormona masculina) más elevadas de lo normal y esto puede afectar a la liberación del óvulo. Si quieres saber más sobre sus síntomas, diagnóstico o tratamiento, consulta nuestra entranda pinchando aquí.
Falla Ovárica Prematura: Esta patología ocurre cuando los ovarios dejan de producir óvulos antes de los 40 años, ocasionando infertilidad y diversos problemas hormonales. Antes, se asemejaba a la menopausia prematura. Sin embargo, algunas mujeres que sufren Falla Ovárica Prematura continúan teniendo menstruaciones ocasionales. Además, aunque las mujeres no puedan concebir de forma natural, pueden someterse con éxito a diversos tratamientos de fertilidad. Todavía no existe un tratamiento que logre restablecer el funcionamiento normal de los ovarios.
Torsión Ovárica: Consiste en la rotación del ovario y, por lo tanto, la interrupción del flujo de la sangre. Normalmente, se da en mujeres jóvenes y se caracteriza por producir un dolor intenso en la parte baja del abdomen que se irradia hacia la espalda. Otros síntomas son náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. Por lo general, se produce en un solo ovario a la vez. Su tratamiento requiere cirugía. Existen gran variedad de causas que pueden dar lugar a la torsión ovárica, desde cambios fisiológicos, anomalías congénitas, hasta quistes en los ovarios.