El picor vaginal, que a veces va acompañado de dolor, irritación y sequedad, es un problema que afecta a muchas mujeres y puede ser consecuencia o signo de otro problema más grave que puede solucionarse sin complicaciones si se detecta a tiempo.
- La causa principal suele ser la candidiasis, una infección vaginal causada por un hongo que, además de picor, provoca flujo blanquecino, espeso y maloliente, enrojecimiento de la zona, ardor y molestias al orinar.
- El picor vaginal también nos puede estar dando señales de una cistitis, al acumularse los microorganismos en el tracto urinario. Es recomendable tratarla a tiempo, ya que ésta puede extenderse a otros órganos.
- Durante la menopausia o el embarazo, los cambios en los niveles de estrógenos también pueden provocar sequedad en la zona vaginal y, como consecuencia, picor e irritación.
- Aunque la higiene de nuestra zona íntima es muy importante, un exceso puede alterar nuestra flora vaginal y ocasionar este tipo de picores.
- También debemos tener presente la ropa interior que usamos, ya que puede provocarnos alergia.
- Enfermedades de Transmisión Sexual. Aunque la mayoría de ellas son asintomáticas, algunas personas pueden llegar a sentir picor o ardor.
- Afecciones cutáneas como psoriasis o eczema.
- Por último, también puede estar causado por lo que se conoce como vestibulitis vulvulare, una afección que provoca la inflamación y enrojecimiento en la abertura de la vagina.
Debemos acudir al ginecólogo para que sea él quien valore este tipo de picores y nos de un diagnóstico.
Para evitar cualquier de estos problemas debemos ser, ante todo, precavidos, y cuidar todo lo que podamos nuestra zona íntima.
- Aunque se debe cuidar la higiene, es recomendable no hacerlo de forma excesiva.
- Utilizar jabones específicos para tratar la zona.
- Evitar mantener mucho tiempo puestas braguitas húmedas.
- Usar ropa interior de algodón.
- A la hora de limpiarnos cuando vamos al baño, procurar hacerlo desde la vagina hace el ano y no al revés para evitar arrastrar suciedad.
- No usar de forma muy habitual toallitas húmedas.
- Evitar las duchas vaginales.
- Si el picor es intenso, procurar no rascarse para no provocar lesiones.