El periodo o menstruación es el ciclo mensual de la mujer en su edad fértil, que finaliza con la llegada de la menopausia. El cuerpo de la mujer está preparado para acoger la llegada de un embarazo, un estado para el que su organismo se prepara todos los meses. Siempre y cuando la mujer no quede embarazada, lo habitual es que cada mes pase por la fase conocida como periodo o menstruación, que consiste en el sangrado vaginal que se produce tras el desprendimiento del útero de su recubrimiento, conocido como endometrio. La menstruación es señal y sinónimo de salud, pues salvo que la ausencia de la misma se dé a causa de un embarazo, la falta del periodo mensual puede ser un síntoma de alerta que nos avisa de que algo no va bien en el cuerpo de la mujer. Es decir, en mujeres en edad reproductiva, la ausencia de menstruación o tener el periodo de forma irregular, puede ser un óptimo barómetro de la salud de la fémina. En ocasiones, gracias a estas señales, es posible el diagnóstico precoz y el tratamiento de anomalías y enfermedades que es necesario detectar a tiempo.
Muchas mujeres padecen alteraciones en su ciclo menstrual, que hacen que este no se produzca con total normalidad. Las alteraciones más comunes del ciclo menstrual de la mujer están relacionadas con la frecuencia con la que tienen el periodo y la intensidad del mismo. La coloración del flujo, el olor y la cantidad a menudo son los principales indicadores de anomalías en el ciclo menstrual femenino. Muchas veces, las razones de dichas alteraciones son hormonales, aunque existen otros causantes responsables de las anomalías y trastornos en la menstruación. Hay hábitos de vida que ayudan a la normalización del ciclo menstrual femenino, como evitar situaciones de estrés, seguir una dieta saludable y equilibrada, no consumir sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol o las drogas, dormir lo suficiente o realizar ejercicio físico con asiduidad.
A continuación, vamos a enumerar algunas de las anomalías menstruales más comunes, y a explicar brevemente en qué consiste cada una de ellas:
- Menorrea: es la ausencia de menstruación.
- Menorrea primaria: la mujer todavía no ha tenido su primer periodo, pese a encontrarse en una edad en la que ya debería tenerlo.
- Menorrea secundaria: la menstruación deja de aparecer en el cuerpo de una mujer que la ha tenido anteriormente.
- Ataxia menstrual: los ovarios de la mujer producen hormonas a un ritmo más lento que de costumbre, lo que se traduce en una alteración del ciclo menstrual, que trae consigo el retraso de la llegada de la menstruación.
- Hipermenorrea: hemorragias menstruales intensas que se pueden producir como consecuencia, por ejemplo, de la ataxia menstrual. Estas hemorragias pueden causar trastornos sobre el organismo de la mujer, como la anemia.
- Hipomenorrea: baja intensidad de hemorragia menstrual producida en intervalos regulares. Es decir, la mujer tiene la menstruación dentro de los márgenes establecidos como normales, pero las hemorragias son de poca cantidad.
- Menometrorragia: la llegada de la menstruación se produce de forma irregular y con hemorragias intensas.
- Menorragia: la hemorragia es de alta intensidad, pero en periodos regulares.
- Metrorragia: hemorragias irregulares e imprevisibles.
- Opsomenorrea. Periodos de ciclo menstrual infrecuentes y fuera de lo común (puede durar unos 35 días).
- Proiomenorrea: el ciclo menstrual puede durar unos 21 días.
- Oligomenorrea: la menstruación dura pocos días, aunque la hemorragia es normal.
- Polimenorrea: tiene en común con la oligomenorrea la normalidad de la hemorragia, aunque se distingue de esta por el exceso de días que dura la menstruación.
- Dismenorrea: es el dolor pélvico que sufre la mujer fruto de la menstruación. En ocasiones, el dolor precede a la llegada del periodo entre 1 y 3 días.
- Dismenorrea primaria: producida en los primeros años de menstruación tras la conocida como menarquia (primer periodo).
- Dismenorrea secundaria: se produce años después de la primera menstruación debido a un trastorno del aparato reproductor femenino.
- Síndrome premenstrual: molestias, tanto físicas como psicológicas, producidas en el cuerpo de la mujer durante el periodo. Lo normal es que desaparezcan una vez finalizado el ciclo menstrual. La aparición de acné, cefaleas, vómitos, retención de líquidos, irritabilidad o estados anímicos depresivos son algunos de los síntomas que pueden experimentar las mujeres durante esta fase.
Como venimos reivindicando en AGE, ¡el dolor no hay que aguantarlo! No debemos interiorizar ni normalizar aquello que no lo es.